La música hay que considerarla
como un medio de expresión y cuyo elemento esencial de producción es el sonido
al cual contribuyen el silencio y el tiempo. La música expresa esencialmente
sentimientos, emociones y estados de ánimo.
Cuando estamos escuchando una pieza
musical lo primero que percibimos es una sensación de movimiento o vida interna
de la misma que puede reflejar tantas manifestaciones que puede ir de la
grandiosidad a la alegría o a la tristeza, del heroísmo a la maldad, de la
tranquilidad a la crueldad, a la nostalgia, la ternura, la fraternidad, el
patriotismo, la humildad, el amor, emociones y estados de ánimo y
sentimientos de todos los colores, sabores y tamaños habidos y por haber. Ante todo
la música es un medio de expresión humana, pero no podemos atribuirle un concepto
rígido, pues un sentimiento puede tener diversas fuentes que lo puedan
originar. Tal es el caso de la alegría, la cual puede ser producto de muchos
motivos, por ejemplo: haber obtenido algo deseado, asistir a una fiesta o
celebración, ver nacer la libertad de un pueblo, haber conquistado un amor, así también la tristeza puede tener muchos motivos, ser causada por
muchos medios y tener razones diversas.
En cada uno de nosotros un mismo
sentimiento repercute de múltiples formas o maneras de acuerdo con la
sensibilidad de cada uno; de sentir cada uno de distinta manera que los demás.
Esto no quiere decir que no
entendamos las demás manifestaciones humanas, sólo que para hacerlo será
necesario considerar las causas y las circunstancias que los originan.